Este estudio tiene como propósito documentar saberes y prácticas sobre plantas medicinales utilizadas por sobrevivientes del conflicto armado en Caquetá, desde un enfoque intercultural del derecho a la salud.
La presencia de grupos armados, los desplazamientos forzados, la preeminencia de economías extractivas y el uso de herbicidas para contrarrestar cultivos de uso ilícito han fragmentado la relación de las comunidades con sus territorios. No obstante, las comunidades resisten a dichas violencias reconociendo en la tierra la principal fuente de vida y bienestar.
En ese sentido, el uso de plantas medicinales sugiere una relación de cuidado mutuo con la tierra y una alternativa a la limitada presencia de servicios de salud en las regiones afectadas por la violencia armada. Adicionalmente, el reconocimiento de estos saberes es indispensable en la formulación de políticas de salud para el campo, en particular, para los lineamientos de los planes de salud rural contemplados en el acuerdo de paz. Este proyecto involucra miembros de comunidades campesinas, indígenas y ex combatientes.